LOS SINDICATOS ACUSAN A MRTINEZ NOVAL DE HACER CAUSA COMUN CON LA CEOE EN SUS RECOMENDACIONES SALARIALES

MADRID
SERVIMEDIA

Los sindicatos UGT y CCOO acusaron hoy al ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, de alinearse con la patronal CEOE al recomendar una subida salarial no superior al 6,5 por ciento en los convenios colectivos de 1991.

El secretario de Acción Sindical de UGT, Apolinar Rodríguez, declaró a Servimedia que las recomendaciones del ministro ponen de manifiesto "una tentación intervencionista e ámbitos donde el ministro nada tiene que decir" y reflejan "una posición política lamentable y de alineamiento con los empresarios".

Para el dirigente ugetista, es incomprensible que, cuando la inflación interanual es del 6,7 por ciento, "el ministro de Trabajo, teóricamente la voz social del Gobierno, plantee que los topes salariales se sitúen en el 6,5 por cien".

En su opinión, esa es una política salarial "propia de los años más duros de la crisis económica, alejada de la actual realidad socil y de los acuerdos que se están produciendo y se van a producir en las próximas semanas entre empresarios y trabajadores".

Rodríguez pidió a Martínez Noval "que se preocupe de su ministerio, que lo tiene abandonado, y que se ocupe por ejemplo de la aplicación de la ley de derechos de información de los trabajadores y de las mesas de la concertación sobre salud laboral y de reparto del empleo".

A su juicio, el Ministerio de Trabajo se está comportando como un organismo periférico "al servicio de as posiciones más duras de la CEOE".

CORRALILLO DE AGENTES PELIGROSOS

Por su parte, el secretario de Acción Institucional de CCOO, José María Fidalgo, declaró a esta agencia que las recomendaciones salariales de Martínez Noval coinciden con los planteamientos de la patronal CEOE y del Banco de España, y su único objetivo es "echar sobre las espaldas de los trabajadores el fracaso de la política económica".

Fidalgo subrayó que la disposición del Ejecutivo a formular indicaciones de la Administraión en materia salarial contrasta con la negativa a considerar las políticas industriales propuestas por los sindicatos para sectores concretos, como los de minería y químicas.

A su juicio, no es de recibo tener a los sindicatos "metidos en el corralillo de agentes peligrosos mientras al mismo tiempo se les reclama un pacto de rentas. Así no se avanza hacia la resolución de los problemas".

(SERVIMEDIA)
14 Feb 1991