Las centrales UGT, CCOO, CSI-CSIF y SIEP-GA mantienen que a pesar de que los artificieros registraron el edificio, Hormaechea ocultó los hechos y mantuvo en sus puestos de trabajo a todo el personal, "con el correspondiente peligro que dicha actitud pudo haber tenido para la integridad física del personal y los ciudadanos presentes en ese momento en el Palacio Regional".

A juicio de los sindicato, el suceso demuestra el "menosprecio del presidente hacia los empleados públicos" y la presión que están soportando.

Los funcionarios consideran especialmente grave este hecho teniendo en cuenta que pocos días después explotó un coche-bomba en pleno centro de Santander, que causó la muerte a tres personas y heridas de distinta consideración a otra veintena.

Las juntas de personal y el comité de empresa de la Diputación Regional de Cantabria han convocado para el próximo día 6 un paro en protestapor la inexistencia de negociaciones entre el Gobierno autónomo y los representantes del personal de la Administración, cuando todavía no se han firmado siquiera los acuerdos alcanzados en 1991.

Las centrales insisten en que la intención del Ejecutivo autonómico es desprofesionalizar la Administración eliminando el Servicio de Montes, expulsando a los veterinarios interinos de la Consejería de Ganadería y privatizando los servicios.

Además, han denunciado la "continuada vejación" que sufren los epleados públicos y las presiones a las que son sometidos por medio de jubilaciones anticipadas, pasándoles a excedentes forzosos y sustituyéndoles por personal eventual de confianza.

El comité considera que la Administración regional está prácticamente paralizada por la "incapacidad de gestión" de sus dirigentes y subrayá que el Gobierno cántabro no ha hecho una oferta pública de empleo ni promoción interna del personal desde 1987.