Esta decisión confirmaría definitivamente la escisión del sindicalismo de corte profesional en Madrid, abierta el año pasado, después de que cuatro miembros del Comité Ejecutivo de la CESM constituyeran una nueva asociación profesional en la comunidad.

En estos momentos, el Sindicato de Madrid está expulsado temporalmente de la confederación por el impago de 1.425.000 esetas en concepto de coutas de asociados.

El deterioro de las relaciones entre ambas formaciones comenzó en febrero del año pasado, al apoyar el Sindicato Médico de Madrid las reivindicaciones de la Federación Estatal de Médicos Titulares y Rurales (FESAMT).

"Desde entonces", aseguró Angel Rivas, secretario general del sindicato, "los acontecimientos se sucedieron. Primero la destitución del presidente de nuestro sindicato del cargo que ocupaba, luego la separación de las sedes y posteriormente a retirada de la dedicación sindical plena de varios de nuestros miembros".

El sindicato denunció, además, la implicación directa de varios miembros de la Ejecutiva de la CESM en algunas sociedades anónimas constituidas por Previsión Sanitaria Nacional (PSN) y la canalización del dinero que concede Sanidad para la formación continuada a través de una empresa de Juan Blázquez, presidente de PSN.

El doctor Rivas solicitó la dimisión de los integrantes de la Ejecutiva de la CESM, para que "otras peronas con más interés por la profesión puedan ocupar sus lugares".

El Sindicato Médico de Madrid denunció también las "ventajosas" condiciones laborales del secretario general de la confederación, Vicente Garcés, "que cobra mensualmente 200.000 pesetas de sueldo, 200.000 por el alquiler de su piso y 300.000 por ser liberado de la formación sindical".