Según informa el sindicato mediante un comunicado, lo que hoy está sucediendo, por ejemplo en el servicio de cercanías de Barcelona, no es más que la consecuencia de la política ferroviaria llevada a cabo desde hace años por los diferentes gobiernos y que ha sido puesta en práctica por los sucesivos equipos de dirección de los ferrocarriles públicos.

Según recuerda SF, ya en noviembre del año 2003, el sindicato denunció (en su informe sobre las repercusiones que dicha ley traería para el servicio ferroviario) el modelo de organización y funcionamiento del transporte que se estaba imponiendo en España, convirtiendo al ferrocarril en un producto más del mercado, lo que conduce a primar la rentabilidad sobre la seguridad y la calida de la prestación del servicio. A esto hay que añadir, según SF, la política de inversiones en grandes infraestructuras, como el AVE, a costa de mermar las necesarias inversiones en la mejora y mantenimiento del ferrocarril convencional (Cercanías, Media y Larga Distancia), y el abandono constante del servicio en las estaciones, privatizadas en su gran mayoría mediante concesiones a particulares que no forman parte de la plantilla de Renfe-Operadora ni de ADIF.

Por todo ello, el comunicado concluye que "el ferrocarril no es un juguete, y sin ferroviarios y ferroviarias ni puede funcionar bien ni se puede prestar un buen servicio".