Según explicó hoy a Servimedia Iñaki Castro, secretario general del sidicato ERNE, se solicitará al Gobierno vasco que estudie seriamente, entre otras medidas de seguridad, la contratación de un sistema de detección de 'bombas-lapa', como la que, adherida a los bajos de su vehículo, acabó ayer con la vida del policía vasco Ramón Doral.

Iñaki Castro agregó que, en la reunión del Consejo de la Ertzaintza, "habrá que hablar largo y tendido sobre ese tema y dejarnos de racanerías porque si el departamento tiene que colocar a los vehículos particulares y oficiales ese dispostivo, que se coloque".

A juicio de Castro, es "ridículo que cada mañana tengamos que estar agachándonos para comprobar si tenemos un explosivo debajo de nuestro coche. Además es una manera fácil de identificarnos como policías", añadió.

El representante de ERNE destacó que no existe ningún tipo de medidas de protección individual para los agentes cuando dejan de prestar su servicio. En la misma situación se encuentran los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía desplazados en el País Vasco, afiraron fuentes de la Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU).

Fuentes policiales consultadas por esta agencia confirmaron la existencia de una empresa privada radicada en el País Vasco que ha ofrecido con carácter individual a los agentes de ambos Cuerpos dotarse del sistema de detección de 'bombas-lapa'. El coste de este sistema, adquirido por algunos agentes, supone una inversión de entre 30.000 y 40.000 pesetas, según las fuentes.