Explicó que, con esos casi 100 millones de euros, la Comunidad de Madrid podría ser "una región de vanguardia en apoyo a las personas dependientes y a sus familias".

Asimismo, planteó una serie de medidas para que las personas afectadas por el alzheimer y sus familias reciban ayudas suficientes.

Señaló que "los familiares que ayudan a una persona dependiente deben profesionalizarse, recibir un salario y darse de alta en la seguridad social o recibir subvenciones para poder contratar ayuda".

Propuso, además, multiplicar por tres el número de plazas públicas, aumentar el número de centros de día y de noche, mejorar la ayuda domiciliaria incorporando comida y ropa, y aportando también rehabilitación domiciliaria para estos enfermos.

Por último, Simancas dijo que "el 83% de las 200.000 personas dependientes de Madrid está al cuidado de sus familias. Tres cuartas partes de sus cuidadores son mujeres, que en muchas ocasiones tienen que renunciar a su vida laboral y personal, con una ayuda que además es extraordinariamente escasa".