El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (UNAIDS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la pandemia del sida está aún más difundida de lo que se creía anteriormente, particularmente en Africa, al sur del Sahara.

El informe anual de las Naciones Unidas sobre el estado de la población mundial señala que en997 se contagiaron 5,8 millones de personas (aproximadamente 16.000 por día), entre ellas 2,1 millones de mujeres y 590.000 niños menores de 15 años.

En diciembre de 1997 había más de 30 millones de personas, el 90 por ciento en países en desarrollo, que tenían reacción serológica positiva al VIH. Es posible que otros 27 millones no tengan conciencia de que se han contagiado.

2,3 MILONES DE MUERTOS EN EL 97

El año pasado, fallecieron a causa del sida unos 2,3 millones de personas, un quinto de as 11,7 millones de defunciones a causa de esta enfermedad ocurridas desde fines del decenio de 1970. Casi la mitad de los fallecidos eran mujeres.

El documento advierte de los efectos devastadores que produce la enfermedad sobre las vidas individuales, los hogares y las comunidades. Agota la población en edad activa, intensifica la pobreza, reduce el número de maestros y trabajadores capacitados y sobrecarga los sistemas de atención de la salud y otros servicios sociales ya sobrecargados.

Los nios huérfanos a causa del Sida tienen mayores probabilidades de dejar de asistir a las escuelas, de verse obligados a mantenerse a sí mismos y asumir responsabilidades de adultos en el hogar y de abandonar sus casas o perder su vivienda. Las niñas tal vez experimenten mayores presiones para contraer matrimonio.

La progresión más acelerada de la epidemia se produce en Africa, al sur del Sahara, donde residen las dos terceras partes de todas las personas que viven con el VIH y el 90 por ciento de los lacantes infectados. Un 7,4 por ciento de los adultos de entre 15 y 49 años de edad están infectados.

Según Naciones Unidas, los enormes aumentos previstos en las tasas de mortalidad de lactantes y niños reducirán la esperanza de vida hasta 40 años o menos en 9 países hacia el 2010.