Ruiz de Alegría, en declaraciones a Rne, precisó que "parece evidente que hay un comando legal que se dedica a poner bombas cuando puede, pero yo no lo magnificaría" y añadió que "no quiere transmitir un sentimiento de temor excesvo".

En su opinión, ETA está viviendo un proceso de `grapificación' y la única solución es que la organización "deje las armas y a partir de ahí, todo es posible, porque la democracia es muy generosa".

Según informó hoy un portavoz de la Delegación del Gobierno, la bomba-trampa que hizo explosión sobre las once de la noche junto a la entidad bancaria Nat West situada en la avenida de Bayona de Pamplona, estaba compuesta por un kilo de amonal y metralla.

Con anterioridad a la explosión, un counicante que se identificó como miembro de ETA advirtió en la sede guipuzcoana del diario Egin de la existencia de un artefacto en las proximidades de la citada sucursal bancaria.

La Policía observó un bulto sospechoso colocado junto a la puerta de la entidad, por lo que solicitó la presencia del equipo de desactivación de explosivos y en ese momento se produjo la deflagración de un artefacto explosivo que colgaba de una papelera situada a pocos metros de distancia.

Como consecuencia de la onda epansiva originada por la explosión, dos policías nacionales, cuya identidad no ha sido facilitada, y el agente de la Policía Municipal Carlos Arnedo, resultaron con diversas heridas de carácter leve.