Shamir habla por primera vz de "autogobierno" palestino --------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Las delegaciones israelí y jordano-palestina, las dos principales protagonistas de la Conferencia de Paz sobre Oriente Próximo, confirmaron hoy en sendos discursos de principios que sus posiciones permanecen inalteradas, pero garantizaron que no boicotearán este momento histórico.

Durante su primera intervención, el primer ministro y jefe de la delegación hebrea, Isaac Shamir, dejó claro a los delegados árabes que no ha viajado hasta Madrid sólo para cubrir el expediente: "Nos comprometemos a negociar sin interrupción hasta que lleguemos a un acuerdo", dijo.

Shamir comenzó su discurso, que duró alrededor de media hora y estuvo salpicado de referencias a la legitimidad de la lucha sionista, recordando la expulsión de los judíos de España y enlazando esta circunstancia con las suesivas diásporas que ha sufrido el pueblo hebreo a lo largo de la historia.

Defendió el derecho de los judíos a poseer una tierra que, según su tradición, les corresponde por haber vivido allí durante 4.000 años en la antigüedad y apeló incluso al deber religioso de pelear por ella: "Si yo te olvidara, ¡Oh, Jerusalem!, que mi mano derecha pierda su destreza", párrafo de la Biblia que leyó Shamir.

El jefe del Ejecutivo hebreo echó en cara a los árabes que muchos de ellos todavía no hayan reconocid al Estado de Israel, 48 años después de su proclamación por la ONU, y condicionó la paz a que éstos rechacen la "Yihad" (guerra santa) contra los hebreos, que ya ha costado 100.000 muertos desde el último conflicto declarado: la Guerra de los Seis Días (1967).

Isaac Shamir justificó que todavía continúe la ocupación de los territorios de Gaza y Cisjordania, los Altos del Golán y la parte sur del Líbano, en el hecho de que su país lo sigue considerando necesario para mantener su integridad amenazada, echazando de nuevo las resoluciones 242 y 338 de la ONU, que condenan esa ocupación, por considerar que "pervierten la historia y convierten en farsa a este organismo".

Llegado a este momento de su discurso, Shamir matizó su declaración de intenciones inicial: "El tema (de la conferencia) no es el territorio sino nuestra existencia; sería muy lamentable que la conferencia se centrase sólo en los territorios (su devolución a árabes y palestinos), porque es el camino más rápido a un callejón sin salida"

"Ninguna persona decente", concluyó, "y menos los judíos de nuestro tiempo, puede permanecer impasible ante los hechos y ataques sucedidos".

"AUTOGOBIERNO" PALESTINO

Por primera vez, el primer ministro hebreo habló de la necesidad de que estas negociaciones conduzcan a una paz para Israel y hacia "medidas provisionales de autogobierno" para los palestinos, verdaderos protagonistas de la "cumbre" de Madrid.

A estos les pidió que retiren de la "Carta Nacional Palestina", que fundamenta la rciente creación del Estado palestino en el exilio, presidido por Yaser Arafat, las referencias a la destrucción del Estado de Israel.

En un tono más doméstico, pidió a los palestinos de los territorios ocupados que colaboren con su gobierno y no participen en la "intifada", que ocupen las viviendas que construye éste en Gaza y Cisjordania y que los jóvenes vayan a las universidades allí instaladas por los hebreos "para estudiar y no para planear actos terroristas".

SENTIMIENTO DE TRAICION

Por s parte, el ministro de Asuntos Exteriores jordano, Kamel Abu Jaber, que deberá repartir su tiempo de intervención con el palestino Faisal Al Huseini, abrió su turno de palabra en la conferencia reconociendo que la mayoría de los árabes ha rechazado durante decenios dialogar con Israel por un sentimiento de "traición".

A este respecto, acusó a Israel de vengar con la población árabe el genocidio judío llevado a cabo por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial: "Los nazis desencadenaron la pasión delos judíos y los árabes siguen pagando el precio".

En el mismo tono moderado que Shamir, Abu Jaber se exigió a sí mismo y al resto de los delegados que "trasciendan" de un presente de guerra entre árabes y judíos, para trabajar por la paz, "porque de no ser así, y Dios no lo quiera, será un peligro ominoso".

Hemos aprendido, continuó en alusión al miedo israelí a ceder territorios ocupados desde 1967, que la geografía no puede garantizar la seguridad. "La paz no puede, no debe reflejar un equilibio militar beligerante", indicó.

Kamel Abu Jaber explicó una tabla de seis puntos que Jordania exige a Israel, en la que se incluye que devuelva esos territorios, en cumplimiento de las resoluciones 242 y 338 de la ONU y concluyó: "nuestro progreso se debe basar en la búsqueda de un futuro mejor que sustituya a la amargura total".

(SERVIMEDIA)
31 Oct 1991
G