SEVILLA ADMITE QUE ES "DELICADO" CESAR A UN FUNCIONARIO, PERO DICE QUE ES ALGO NECESARIO
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El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, admite que es un asunto "delicado" el poder cesar a un funcionario de su puesto de trabajo si no cumple con su cometido, pero "tampoco yo me quedo satisfecho", dijo, con un sistema en el que los funcionarios, "hagan lo que hagan, son inamovibles".
Durante su comparecencia ante la Comisión de Administraciones Públicas del Congreso, Sevilla presentó su propuesta de anteproyecto de Estatuto Básico del Empleado Público.
Sobre el posible cese en su puesto de un funcionario, explicó que eso no quiere decir que se vaya a un modelo en el que los funcionarios "sean removibles por simpatías, antipatías o cualquier tipo de arbitrariedad".
Entre el puesto fijo para toda la vida y el cese por motivos subjetivos, hay un punto intermedio, argumentó Sevilla, al que se debe llegar.
La posibilidad de remover a un funcionario que no trabaja correctamente "todos la hemos echado de menos alguna vez", ya que, en la actualidad, "sólo te queda el recurso de abrir expediente" al funcionario, que es como "matar moscas a cañonazos".
Ese sistema de ceses se debe aplicar "con garantías, con controles, con lo que haga falta, pero tendremos que tener elementos para que se pueda aplicar".
Posteriormente, a preguntas de los periodistas, Sevilla agregó que cuando se supera una oposición se obtiene la garantía de un "trabajo", pero "no de un puesto de trabajo", es decir, que no se podrá echar a un funcionario de la Administración, pero sí cambiarle de puesto.
Es "muy importante" que si un funcionario "no está rindiendo" se le pueda cambiar de puesto. Eso sí, será un reglamento el que determine quién decide el cese, cómo se produce, qué criterios de productividad se cumplen o si se debe preavisar al funcionario de su cambio de puesto.
(SERVIMEDIA)
29 Mar 2006
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