Lasagabaster pregunta al Ejecutivo i al intervenir la carta al recluso se ha puesto en conocimiento a la autoridad judicial tal actuación, si se le comunicó a los interesados y si, según la ley, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación para conocer el autor de la filtración.

Según la ley orgánica general penitenciaria, las comunicaciones de los reclusos tendrán garantizadas al máximo la intimidad, sin que tengan más restricciones que las impuestas por razones de seguridad, interés de tratamientoy del buen orden del establecimiento, y siempre informando a los interesados afectados, argumenta en su escrito Lasagabaster.

Además, tales intervenciones de las cartas serán excepcionales, según la interpretación jurisprudencial y el Defensor del Pueblo, por lo que en ningún caso podrán ser difundidas o publicadas en los medios de información.

Lasabaster asegura que en los últimos tiempos "se ha venido observando" que muchas comunicaciones han sido filtradas, "sin que se conozca la apertura de ivestigación alguna por parte de Instituciones Penitenciarias para esclarecer la autoría de tales violaciones al derecho de la intimidad".