Silva dijo en el Congreso que Setién ha sido un prelado que "se ha sentido muy comprometido y afectado por la realidad dramática que ha vivido el País Vasco" y, aunque "la forma en que se ha pronunciado sobre esta realidad ha podido suscitar debate o controversia", sus aportaciones han sido valiosas.

En cuanto a su sustituto Juan María Uriarte, el diputado convergente recordó que "los obispos son pastores de un pueblo y es bueno que sean parte de él y estén integrados y comprometidos con ls aspiraciones de los ciudadanos". En este sentido, se mostró convencido de que monseñor Uriarte "reune esos requisitos".

Más allá de estas palabaras, Silva no quiso hacer valoraciones de fondo sobre la decisión del Vaticano porque "después de haber luchado muchos años por separar la Iglesia y el Estado y por acabar con el famoso privilegio de presentación de los obispos, no nos parece correcto ni proponer obispos, ni comentar ceses ni nombramientos".