Tamayo respondió así a las declaraciones realizadas por Setién en una entrevista publicada el pasado domingo por "l Mundo", en las que el prelado afirmaba que, en el proceso de pacificación del País Vasco, él habla de "reconciliación y perdón, no de arrepentimiento".

En este sentido, Tamayo declaró a Servimedia que "víctimas y verdugos no pueden convivir juntos en la misma comunidad hasta que el verdugo pida perdón, reconozca su culpa y se comprometa a renunciar a sus actividades. Si el verdugo sigue con esa altanería, apelando a determinados privilegios, es una sociedad fuera del entorno de la ética y de las leys".

Tamayo defendió el derecho de los obispos a opinar sobre cuestiones de la vida pública, como cualquier otro ciudadano, pero reprochó a Setién "un protagonismo desmesurado" y un planteamiento que "no se corresponde con una ética cívica, liberadora, del cristianimo".

Respecto a la petición de los obispos catalanes de que se reconozca la plurinacionalidad española, subrayó que "todos los pluralismos deben ser respetados, pero sin establecer fronteras ni barreras de separación entre unos y otros.Cuando se subraya de manera desmesurada el hecho diferencial, se suele descuidar el hecho solidario, el componente universalista de la ciudadanía", advirtió.