Serrano Suñer, que participó hoy en el curso "España y la Segunda Guerra Mundial" de la Universidad Complutense, que dirige el historiador Stanley Payne, explicó que algunas amistades alemanas le escribieron porque Gering había comentado a Hitler: "si no matamos a Serrano, España no entrará en la guerra. Conozco muy bien sus sentimientos".

El ministro de Exteriores del general Franco no sólo resultaba antipático al mariscal nazi, sino también al propio Adolf Hitler, que "tenía sañ y odio hacia mí, y algo menos hacia Franco".

En otra de las cartas que leyó hoy Serrano Suñer en su conferencia "España ante la Segunda Guerra Mundial", que duró casi tres horas, el ministro franquista señaló que los servicios secretos españoles le indicaron que Goering comentaba que "si fuera él (Hitler), hace tiempo que hubiera ocupado España, o al menos parte de ella".

El que fuera primer ministro de Exteriores de Franco, definido por Stanley Payne en su presentación como un "monumento histórco nacional viviente", destacó también que tenía el deseo de una victoria final alemana tras la Segunda Guerra Mundial, aunque "siempre pensé que, con la victoria de Alemania, España sería invadida por un exceso de germanismo".

Según el ministro de Franco, la relación entre España y Alemania era amistosa en el periodo del enfrentamiento armado mundial, pero manteniendo siempre ciertas distancias. "Nos hicimos favores pero sin rebasar la amistad, porque los ingleses estaban dispuestos a declararnos la uerra".