Serra afirmó, en declaraciones a Catalunya Ràdio, que "el único problema que hemos tenido han sido las dudas de Jordi Pujol, que ha perdido la brújula durante unas semanas, probablemente porque el señor Durán Lleida se ha visto demasiado on el señor Aznar o por otras cosas".

Por otro lado, negó haber ordenado espiar a Jordi Pujol mientras ocupó cargos en el Gobierno socialista, y añadió que ni él ni ningún otro miembro del Ejecutivo sabía que el ex presidente de banesto, Mario Conde, disponía de la información robada al Cesid hasta que se publicó que se había espiado al ex presidente Adolfo Suárez.

En este sentido, Serra señaló que quizá continuaría ocupando el cargo de vicepresidente del Gobierno si no hubiera sido intervenido Bnesto.

En su opinión, "existe una conjunción de intereses" en contra del Gobierno, y puso como ejemplo el hecho de que "hay personas que piensan que con otro Gobierno sus procesos políticos irían de forma diferente. Hay personas que están en medios de comunicación que creen que otro Gobierno haría caso de sus editoriales o de sus opiniones".

Serra añadió que "hay partidos políticos que creen que la labor de desgaste del Ejecutivo les conviene porque quizás de otra manera nunca podrían derribar alGobierno".