SERRA AFIRMA QUE EL PRADO NO PUEDE ABRIR LOS DOMINGOS POR LA TARDE PORQUE NO TIENE VIGILANTES SUFICIENTES

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Patronao del Museo del Prado, Eduardo Serra, considera que la principal pinacoteca del mundo no puede abrir los domingos por la tarde porque, entre otras cosas, no tiene suficiente número de vigilantes para hacer esa ampliación de horarios.

El Museo del Prado abrió por primera vez los domingos en horario de tarde los pasados meses de julio y agosto, gracias a un convenio suscrito con la Comunidad de Madrid para promocionar el turismo en la región y después de reiteradas peticiones de las agencias de viajes yel sector turístico para se diese ese paso. Desde primeros de septiembre, el Prado ha vuelto a cerrar a las dos de la tarde del domingo, además de todo el lunes, que es el día de cierre semanal.

En una entrevista que publica la revista de empresa que Iberia reparte entre sus pasajeros, Serra, al preguntarle por qué no se amplía esa experiencia al resto del año, contesta: "La apertura del verano se ha hecho en relación con la campaña de promoción del turismo en Madrid. Nuestra voluntad es abrir todos ls domingos del año, pero necesitamos, por ejemplo, más vigilantes de sala; en este aspecto tenemos un número de plazas rotundamente insuficiente".

Serra señala que los museos públicos en general deben recurrir más a financiación privada, porque se enfrentan al problema de que van a tener aportaciones públicas cada vez más pequeñas y necesidades de ingresos cada vez mayores para hacer frente a nuevas demandas de los usuarios y para cumplir con "los compromisos de los países de la Unión Europea con el dficit cero y las exigencias de otras demandas sociales, como la educación y la sanidad".

Sobre las medidas que deben adoptarse para que recurrir a fondos privados no desnaturalice la función de los museos públicos, Serra señala que el patrocinador o el mecenas puede querer tener algún tipo de intervención en las decisiones de la institución. A este respecto, explica su posición con un ejemplo claro: "Si se dona un cuadro y se quiere que conste el nombre del donante, no tengo ninguna objeción; si, a cabio del cuadro, se pretende participar en la dirección de la institución, no estoy de acuerdo".

(SERVIMEDIA)
26 Sep 2001
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