SERRA AFIRMA QUE EL EXITO DEL PROGRAMA SOCIALISTA DEPENDE DE LA BUENA MARCHA DE LAS EMPRESAS
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El vicepresidente del Gobierno, Narcis Serra, dijo hoy que el éxito del programa socialista depende de los resultados económicos que obtengan las empresas al hacer frente al reto del mercado único de 1993.
En un discurso de clausura de la conferencia empresarial organizaa ayer y hoy en Madrid por la CEOE, Serra afirmó que la convergencia con los países más estables de la CE es "un reto nacional que no responde a una imposición comunitaria sino al deseo de lograr un progreso sostenido y duradero de la sociedad".
El vicepresidente dijo que ese reto exige capacidad empresarial y responsabilidad social y se mostró convencido de que "del éxito de las empresas dependen muchos de los objetivos del país y que se cumplan muchos de los objetivos del programa socialista. Nuestr apuesta por el crecimiento equitativo y con justicia social depende del éxito de las empresas españolas".
Para Serra, la convergencia con la CE requiere el consenso, de manera que cada parte juegue su papel sin pretenden suplantar el de los otros. "Que los empresarios hagan de empresarios y que los sindicatos negocien con realismo para lograr acuerdos", explicó.
Agregó que "también convendría que el Gobierno acierte en sus prioridades y cumpla sus objetivos" y que los empresarios dediquen una maor parte de sus beneficios a la reinversión "como aportación básica al futuro del país".
SIN EXCUSAS
En el acto también intervino el ministro de Economía, Carlos Solchaga, quien reclamó un amplio acuerdo social para afrontar con plenas garantías de éxito el mercado único europeo, pero advirtió que el Ejecutivo "hara lo que tenga que hacer, sin buscar excusas en la falta de consenso".
El ministro dijo que el plan de convergencia con la CE será ultimado por el Gobierno en las próximas semanas y lmentó que la reforma del mercado de trabajo no haya sido posible por falta de un acuerdo entre los agentes sociales.
Defendió los resultados obtenidos por el equipo del Ministerio de Economía y recalcó que, gracias a ellos, España está en una buena posición para cumplir los requisitos de convergencia establecidos por la CE para los países que quieran acceder a la última fase de la unión económica y monetaria (UEM) en 1998.
Solchaga concluyó su discurso invitando a la cúpula empresarial que le escchaba para que asuman el reto, llamamiento que fue recogido por el presidente de la CEOE, José María Cuevas.
Este afirmó que Solchaga siempre tendrá la colaboración de la CEOE para lograr objetivos de Estado, pero reconoció su pesimismo respecto a la posibilidad de que España alcance con éxito la última fase de la UEM.
A su juicio, el sistema fiscal, que criticó por su acentuado afán recaudatorio", y las reformas sociales emprendidas "han sido insuficientes para lograr mejores condiciones de comptitividad".
Cuevas concluyó su intervención renovando su oferta diálogo al Gobierno y pidió que esta posibilidad no se vea frustrada "por el hecho de que no sea posible el acuerdo con una de las patas. La otra pata sí desea el compromiso".
(SERVIMEDIA)
31 Ene 1992
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