En declaraciones a Servimedia, José Manuel de las Heras, secretario general de COAG, destacó "que este año las reservas hidrícas son bajas y la media supera por poco el 50%".

Añadió que esta cuestión lleva a plantearse eliminar cultivos y, en este sentido, recordó que ya hay ayudas para que no se siembre.

Por su parte, José Manuel Delgado, responsable de Medio Ambiente y Agua de UPA, destacó que este año a la sequía agraria, que afecta a lo pastos para el ganado y el cultivo del cereal, hay que añadir la sequía hidrológica, "con cuencas hidrológicas como la del Guadalquivir y la del Segura que no tienen asegurada sus dotaciones de riego para salir adelante".

Comentó que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha asignado una dotación de 3.000 metros cúbicos de agua para riegos, "lo que motivará que cultivos como el maíz y el algodón vean reducida su superficie, en algunos casos, de hasta el 50%"

Sobre la Cuenca del Segura, djo que sus bajas reservas de agua están motivando la reducción de superficies destinadas a frutas y verduras.

Por su parte, Jesús Rivera, jefe de los Servicios Técnicos de Asaja, señaló que la bajas reservas de agua está afectando a las decisiones de los agricultores de regadío, sobre el número de hectáreas dedicadas al cultivo.

También comentó que a la falta de agua para riego hay que sumar las pérdidas de agua en la conducción por la malas infraestructuras, problema que, según dijo, "habrá que rreglar en el futuro y no sólo cuando haya sequía".

Además, todos los sindicatos subrayaron las enormes pérdidas económicas que está provocando la sequía, que, en su opinión, superarán las del año pasado, que fueron de alrededor de los 500.000 millones de pesetas.

Finalmente, también coincidieron en vaticinar problemas entre comunidades autónomas, si para paliar la escasez de agua en algunas zonas se recurre a los trasvases de agua.