El decreto, complementario al que aprobó el Consejo de Ministros a nivel nacional, prevé ayudas de medio millón de pesetas por agricultor y subsidiación en varios puntos de los tipos de interés para los más afectados por la sequía y las zonas donde se hayan producido pérdidas superiores al 50% de la producción normal.

La Consejería de Agricultura ha previsto desde ayudas directas a las rentas hasta préstamos o anticips a la producción del aceite de oliva y actuaciones para mejorar el aprovechamiento del agua, entre otras medidas.

Sin embargo, tanto UAGA como Asaja han considerado el decreto como insuficiente, por estimar que no afronta el problema de la sequía de forma eficaz, no da garantías a los agricultores andaluces y beneficia sólo a los que disponen de las rentas más bajas, un 3% de los 100.000 agricultores existentes en Andalucía, según Felipe González de Canales, presidente de Asaja.