En opinión de este experto, la existencia de conflictos en los matrimonios provoca otras muchas alteraciones en los niños, como crisis de ansiedad, déficits en el rendimiento escolar y depresiones.

A juicio del doctor Martínez Cano, la falta de uno de los dos progenitores es causa suficiente para que elniño no rinda en el colegio como el resto de sus compañeros que conviven con el padre y la madre.

Según McLanahan, especialista en Psicología, los hijos de divorciados que viven con la madre presentan carencias en el aprendizaje, por la menor disponibilidad de recursos económicos. "Aunque esta hipótesis se considere aceptable, sin embargo no se cumple en en el caso de que los hijos vivan con su padre", según Martínez.

En este último caso, según Featyherman y Hauser, expertos en psicopedagogía infntil, los recursos económicos se mantienen, pero los resultados académicos obtenidos por los niños son peores que los de aquéllos que disfrutan de una situación de normalidad.

"Por ello", afirmó el doctor Martínez Cano, "se puede afirmar que el niño necesita siempre el apoyo de sus dos padres". "Son importantes los recursos materiales (ambientes adecuados, libros y diccionarios) y también los recursos inaterpersonales en casa (ayuda y preocupación por las cosas de la escuela), pero no podemos olvidarns del contexto social en el que se desarrolla el proceso educativo".

En este sentido, Pedro Martínez Cano cree que se debería tener una especial sensibilidad con los niños cuyos padres están divorciados. A su juicio, es imprescindible en la etapa infantil el diálogo entre padre, madre y profesor, porque "el futuro del niño está en juego".