Con este crecimiento, Seopán cree que se pondrá mantener el empleo el sector e incluso mejorar. No obstante, Bilbao advirtió que de producirse nuevos recortes presupuestarios este año o los siguientes el sector perdería puestos de trabajo, así como su función de ser el motor de la economía, y numerosas empresas pequeñas tendrían dificultades para sobrevivir.

Los indicadores de los dos primeros meses de 1995 apuntan buenos resultados sobre las mismas fechas del año anterior: el pao se ha reducido un 15 por ciento, las ventas de cemento crecieron un 18 por ciento y la licitación oficial aumentó un 27 por ciento.

Por sectores, Seopan prevé un crecimiento de la actividad en obra civil en un 1 por ciento; en vivienda, entre un 3 y un 4 por ciento; en mantenimiento de edificios un 5 por ciento. En cambio, la edificiación no residencial seguirá cayendo en torno al 1 ó 2 por ciento.

En cuanto a 1994, la actividad constructora dio como resultado una producción de 7,6 billones de esetas, con un incremento del 1,2 por ciento sobre el año anterior, lo que supone romper la tendencia negativa de los últimos años.

A ello contribuyó el Plan Cuantrienal de Vivienda y la mejora del nivel económico de las familias. El año se caracterizó por la consolidación de la presencias de las empresas españolas en el exterior, que incrementaron un 52 por ciento su contratación y un 48 por ciento la facturación (230.000 y 170.000 millones, respectivamente).

El empleo, por su parte, alcanzó 1.00.000 personas en el último trimestre del año, lo que supone un aumento de 49.700 trabajadores sobre el año anterior, y el 42,5 por ciento de los empleos no agrarios creados en el país a lo largo de 1994.

LA DEUDA

Fernando Bilbao reclamó la corrección de algunos desequilibrios que afectan al sector, como las bajas temerarias, o la deuda de las administraciones públicas con las empresas. Esta se situó a finales de 1994 en 750.000 millones de pesetas, 50.000 menos que el año anterior.

A este descnso contribuyó las medidas adoptadas por el Ministerio de Obras Públicas para reducir la deuda, pero Bilbao aseguró que fue compensada por el incremento producido en las administraciones locales y autonómicas.

La distribución de la deuda es del 30 por ciento para la Administración central, el 50 por ciento para las comunidades autónomas, y el 20 por ciento para las locales. La demora en pagar se sitúa en 7,82 meses, muy ligeramente inferior al año pasado.

Bilbao se mostró cautó sobre las comunidaes con más deuda, pero señaló a Cantabria y Andalucía como las peores pagadoras, mientras que "pagan bien" Valencia, Castilla-León y País Vasco.

Seopán se quejó también sobre el proyecto de Ley de Contratos del Estado, ahora en el Senado, en el apartado referido a la obligación de que las constructoras paguen a sus suministradores en un plazo obligatorio, ya que a su juicio va en contra del libre mercado.