Seopan argumenta que una reducción en lainversión pública, y particularmente en la construcción, frenaría las posibilidades de salir de la crisis a corto plazo y amenazaría con socavar las posibilidades a largo.

Los autores del informe, los economistas Antonio Pulido y Emilio Fontenla, señalaron que el sector constructor juega un papel estratégico en la generación de empleo, ya que es posible crear un puesto de trabajo por cada 5 millones de ivnersión.

Además, dependen de él otros sectores, como los fabricantes de cemento y ladrillos, idrio, material eléctrico y productos cerámicos, entre otros, por lo que una caída en la demanda de la construcción tiene un negativo efecto de arrastre.

Seopan calcula que el sector de la construcción perderá este año 60.000 empleos, con lo que la caída acumulada de los dos últimos ejercicios ascenderá a 200.000, razón por la que reclama un "marco estable" de inversión pública en el sector.

Su presidente, Mariano Aisa, insistió en que es preciso que dicha inversión se mantenga en el 5 por cientodel PIB, tal como defendieron durante la campaña electoral tanto el PSOE como el Partido Popular.

Los autores del estudio encargado por Seopan hicieron hincapié en que un recorte de la inversión en construcción de, por ejemplo, 500.000 millones de pesetas supondría la pérdida de unos 100.000 puestos de trabajo.

A su juicio, los déficits públicos estructurales "dificilmente pueden justificarse basándose en un exceso de gasto público y, en cambio, pueden resultar aceptables en cuanto sirvan para fianciar unas infraestructuras de las que disfrutan generaciones futuras".

La principal razón de este trato privilegiado que, en su opinión, debe darse a la construcción es que el aumento de las infraestructuras públicas mejora la productividad del conjunto de la economía.

Concretamente, según sus cálculos, un incremento del 1 por ciento en el "stock" de infraestructuras supondrá un crecimiento de la productividad de 0,23 puntos.