La licitación oficial de enero y febrero ascendió a 108.902 millones de pesetas, con variaciones negativas en todas las comunidades, y especialmente acusadas en Baleares, País Vasco, Navarra y Asturias, donde cayó más de un 90 por cien.

Asimismo, la reducción de la contratación de obras públicas se produjo en los tres nivles administrativos (central, autonómico y local) y afectó a todos los tipos de obra: vivienda, equipamientos sociales y obra civil.

En el caso del MOPT, el recorte de la licitación fue del 74,1 por ciento, lo que se reflejó, sobre todo, en la contratación de obras del ferrocarril y puertos.

Aunque las carreteras se vieron menos afectadas, la licitación de este tipo de obras fue de 28.331 millones de pesetas, un 21,8 por cien menos que en los dos primeros meses de 1991.

En su circular, Seoan se pregunta si "no será excesiva tanta polarización hacia la convergencia meramente nominal", cuando "tanto queda por hacer para la convergencia real con Europa en materia de infraestructuras y equipamientos colectivos".

Seopan confía en que la situación actual pueda verse corregida, en alguna medida, tras la aprobación de un fondo extraordinario para el MOPT con cargo del presupuesto de 1993, que impulsará la licitación oficial.

A su juicio, si la licitación oficial no aumenta, y dada la atona de la inversión privada, habría que pensar en una recesión del sector para 1992 superior al 2 por cien de decrecimiento de la facturación estimado inicialmente por Seopan.