Así lo indicó en su discurso de toma de posesión del cargo de presidente en el marco de la Asamblea del IEF, en el que resaltó que estas empresas han actuado siempre en términos de “generaciones” porque está en su ADN el deseo de “dejar a la siguiente generación mejores empresas en una sociedad mejor”.

Sendagorta agradeció la labor del presidente saliente, Marc Puig, y prometió enfatizar en sus dos años de mandato en aquello que “diferencia” a las empresas familiares “del resto”, el hecho de realizar sus “mejores esfuerzos” para situar “a las personas en el centro”.

En este sentido, se comprometió con una causa particular: el impulso de iniciativas que “fomenten y faciliten la conciliación entre el trabajo y la vida familiar”.

El nuevo presidente del IEF subrayó que las empresas familiares atesoran la “creatividad, la iniciativa, la perseverancia y la valentía de personas que, en algún momento, concibieron una idea distinta para atender mejor una determinada necesidad” y reivindicó que son las empresas “del país”, ya que viven “en primera persona” la realidad de pueblos y ciudades. Sendagorta indicó que es “esencial” defender a las empresas españolas “sin proteccionismos retrógrados, pero sin ingenuidades peligrosas”.

Además, indicó que, más allá de la “incuestionable” relevancia cuantitativa, su peso “hay que medirlo por lo que la empresa familiar representa en nuestro modelo de sociedad”, constituyendo “uno de los pilares clave sobre los que se asienta la sociedad civil española”.

Por otro lado, pidió al Gobierno y al principal partido de la oposición observar “todo el talento, el torrente de ideas, de experiencias, de conocimiento contrastado de la realidad de nuestro país que el IEF acumula” y contar con ellos “para lo que necesiten”. ´

Asimismo, indicó que su labor como presidente es defender ante los poderes públicos “la importancia para España de tener unas empresas familiares robustas, bien articuladas y modernas”.

“No pedimos favores ni queremos privilegios, lo que pedimos es que se nos tenga en cuenta y se nos permita competir en el mundo sin lastres ni desventajas”, agregó, para después indicar un empeño compartido: hacer posible el crecimiento, progreso y continuidad de las empresas familiares “como muestra y expresión del progreso, la vertebración y la prosperidad nacional”.

En relación con las demandas a la administración, señaló que mantendrán su “atención” en los asuntos relacionados con la fiscalidad, especialmente en los impuestos de patrimonio y sucesiones, y en la gobernanza familiar.