Estados Unidos no tiene ninguna institución competente para prohibir operar a empresas extranjeras de juego por Internet, como PartyGaming, que tiene su sede en Gibraltar. Por ello, los senadores pretenden evitar que estas empresas funcionen en Estados Unidos prohibiendo a las entidades bancarias su participación en gestiones "on line" relacionadas con las apuestas.

Si el proyecto se convierte en ley, otros grupos dedicados a esta actividad, como el británico Sportingbet, que tiene dos tercios de sus clientes en Estados Unidos, también se verían afectados.

La propuesta cuenta con el apoyo de la Asociación Americana del Juego, que representa a los casinos norteamericanos. También ha sido acogida favorablemente por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que a lo largo de este año había denunciado que Estados Unidos violaba los acuerdos comerciales internacionales, impidiendo operar a las compañías de juego extranjeras, mientras permitía algunas apuestas hípicas por Internet de empresas nacionales y las loterías estatales "on line".

Sin embargo, el texto ha suscitado la oposición de la industria norteamericana de las apuestas hípicas, de los indios nativos americanos -cuyas reservas son la sede de varios casinos- y de las loterías estatales, que venden miles de millones de dólares de boletos "on line" y que solicitarán la exención de la ley.

Esta es la octava ocasión que se intenta aprobar una ley contra el juego "on line" en Estados Unidos, habiendo resultado infructuosas las siete propuestas anteriores.

(SEVIMEDIA)15-JUN-2005LVR

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