Según informó la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) este lunes, la historia de estos doce futbolistas es la de doce refugiados procedentes de Malí, Ucrania, Afganistán, entre otros países, que huyeron de la violencia y la guerra y han encontrado una nueva oportunidad de rehacer su vida en España. Además, celebran hacerlo jugando al fútbol gracias a la iniciativa de la RFEF, UEFA y ACNUR desarrollada a través del Departamento de Igualdad, Responsabilidad Social y Sostenibilidad de la Real Federación Española de Fútbol.

Tras un año de trabajo a las órdenes del equipo técnico que dirigen Rodrigo Paredes como entrenador, y Jesús Paredes como embajador de la RFEF para la Unity Cup 2024. Precisamente Jesús Paredes ponía el foco en el buen trabajo, deportivo y humano, hecho hasta la fecha: “España es un país abierto y se refleja en el grupo que hemos formado. A pesar de las diferencias de idioma, y de que la realidad de estos hombres y mujeres es muy diversa, estamos felices por cómo se han integrado en la dinámica que marcamos”.

Tres semanas antes de que la competición arranque, el 9 de octubre en Nyon (Suiza), el grupo de futbolistas tuvo la oportunidad de seguir entrenando en la Ciudad del Fútbol y, además, vestir la que será su indumentaria durante la Unity Cup 2024: la camiseta y los pantalones de la Selección española de fútbol.

Esta Selección Española de Refugiados de la RFEF vestirá los mismos colores que los campeones de Europa en Alemania, un orgullo para su capitán, el afgano Ebrahim, Pisthaz: “Es un honor vestir la camiseta de España, más para personas como nosotros que llegamos desde distintos lugares del mundo. Vamos a por la victoria en Suiza”. Doce futbolistas, entre los cuales forman tres mujeres que proceden de lugares tan distintos como Ucrania o Afganistán para un total de seis nacionalidades distintas.