Los acusados son Mohamed Taharaoui, Smail Boudjelthi, Ali y Souhil Kaouka, Mohamed Nebbar y Mohamed Amine Benaoura, a quienes el fiscal acusa de presuntos delitos de pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos y falsificación de documento público. Al primero de ellos le imputa además conspiración para cometer delitos de terrorismo.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 32 años de cárcel para Mohamed Taharaoui y 22 años de prisión para cada uno de los restantes acusados.

Según el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal considera probado que Mohamed Taharaoui formó en España una célula terrorista de carácter integrista islámico, integrado por Smail Boudjelthi, Ali y Souhil Kaouka, Mohamed Amine Benaoura y Mohamed Nebbar.

Para el fiscal, "este grupo tenía como finalidad prestar apoyo logístico y de infraestructura a la célula terrorista francesa". Asimismo, sostiene que Mohamed Taharaoui, en marzo de 2002, se reunió en Barcelona con otra persona para preparar un ataque terrorista en una base militar situada en el sur de España. Sin embargo, su detención impidió que el atentado se llevase a cabo.