Según los datos de Obras Misionales Pontificias, tres de los seis misioneros españoles son ermanos de San Juan de Dios que realizan su actividad en el St. Joseph's Hospital, único centro médico respetado por todas las facciones en guerra y que permanece abierto atendiendo heridos.

Una misionera de la Inmaculada Concepción que trabaja como ATS ayudando a los Hermanos de San Juan de Dios ha decidido quedarse en Liberia, pese a las recomendaciones del Gobierno español para que abandone el país.

Dos hermanas hospitalarias del Sagrado Corazón atienden un centro de rehabilitación para niños isminuidos a unos cuarenta kilómetros de la capital, aunque por motivos de seguridad, ambas han pasado al Hospital St. Joseph junto con un grupo de niños, la mayoría víctimas de la guerra.

A estas seis personas hay que añadir otra misionera de la Inmaculada Concepción que se encuentra en Togo y ha comunicado su intención de entrar de nuevo en Liberia para ayudar a sus compañeros.