LA SEGURIDAD SOCIAL DE LOS AGICULTORES COSTO 8 BILLONES EN LA ULTIMA DECADA
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El sostenimiento de la Seguridad Social de los agricultores le ha costado al Estado más de 8 billones de pesetas entre 1981 y 1991, como consecuencia del déficit crónico entre las aportaciones y las prestaciones de dicho sector, según datos del Ministerio de Trabajo.
La razón estriba principalmente en la creciente desproporción entre los trabajadores activos y los pasivos del sector agrario, proceso que se ha visto estimlado decisivamente por el éxodo masivo de los trabajadores más jóvenes a la ciudad.
Así, mientras que en 1982 todavía había 1,07 trabajadores agrícolas activos por cada pensionista, la relación cayó hasta 0,57 en 1991, lo que ha hecho al sector cada vez más dependiente del Régimen General de la Seguridad Social.
El problema añadido con el que se enfrenta el Régimen Especial Agrario de la Seguridad es lo reducido de las cuotas patronales, hasta el punto de que actualmente equivale sólo el 0,31 porcien de la cuota de los trabajadores.
Concretamente, las cuotas empresariales agrarias aportarán este año, según las previsiones de la Seguridad Social, 40.507 millones de pesetas, por debajo de las alcanzadas en 1984 (50.430 millones) o 1985 (47.380 millones).
A lo largo de su historia, desde su implantanción en 1967, el Régimen Agrario nunca ha llegado a costear ni siquiera una cuarta parte de sus gastos corrientes y su déficit ha gravitado siempre sobre el Régimen General.
En 1991 está prvisto que la autofinanciación del Régimen Agrario sea del 13,61 por ciento, con unos recursos propios de 171.364 millones de pesetas y unos gastos corrientes de 1.258.849 millones.
El déficit de este régimen especial se ha multiplicado por tres desde 1980, cuando ascendía a 339.787 millones de pesetas, y ha crecido ininterrumpidamente desde entonces hasta superar el billón de pesetas en los años 1990 y 1991. FUTURO INMEDIATO
En los presupuestos de la Seguridad Social para 1992, la Administración revé que los regímenes especiales del Hogar, el Carbón, Mar y el Agrario acumularán un saldo negativo entre cotizaciones y prestaciones económicas de 1.111.900 millones de pesetas.
Ese déficit tendrá que ser cubierto con un superávit de 1.227.800 millones en el Régimen General y el de Autónomos, que una vez más deberán hacerse cargo del desequilibrio crónico de los regímenes especiales minoritarios.
Esta situación ha sido destacada críticamente en un análisis realizado por un experto de la Direccón General de Previsión y Coyuntura del Ministerio de Economía, Antonio Millán García, y publicado recientemente en el Boletín de Información Comercial Española.
En su opinión, las medidas incluidas en el presupuesto de la Seguridad Social para el 92 "siguen sin resolver el problema de dotar al sistema de una estructura financiera adecuada", ya que sólo los Régimenes General y de Autónomos cubren sus necesidades con sus propias cuotas.
Los demás sistemas deberían ser saneados financieramente, añae, adecuando las cotizaciones a las prestaciones o, dado que el número de cotizantes disminuye cada año, integrándolos en el Régimen General, y tal y como se hizo en 1986 con otros regímenes especiales.
(SERVIMEDIA)
06 Dic 1991
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