Segura impartió una conferencia en una jornada que conmemora el XX aniversario de la CNMV. En su ponencia defendió que este modelo "es el que mejor se adapta a la situación española", para darle mayor "estabilidad".

Con él, la CNMV tendrá que absorber "nuevas responsabilidades de gran calado", como la supervisión de conducta de la inspección de seguros.

Asimismo, confió en que, cuando el próximo presidente de la CNMV celebre el XXV aniversario de su creación, la implantación de este nuevo modelo se haya confirmado como un éxito.

Por otro lado, Segura aludió a la actual "crisis", generalizada debido a la interconexión de los mercados. En su opinión, el alto crecimiento de las rentas y el empleo en los últimos años permitió que bajaran las tasas de morosidad y que los bancos rebajaran sus exigencias en su política crediticia, lo que, finalmente, ha terminando dando la cara.

Finalmente, destaco las que, en su opinión, son las priridades a las que han de enfrentarse los reguladores y, en concreto, la CNMV.

En primer lugar, la mejora de la transparencia, requisito sin el cual "será difícil recuperar la confianza". Será necesario, en este sentido, poner fin a la información "defectuosa o insuficiente" por parte de compañías, productos estructurados y sobre cuándo y a qué precios se realizan las transacciones.

Aludió también a la necesidad de mejorar la actuación de las agencias de calificación. "Los bruscos y no siempre justificados cambios de calificaciones han sido catalizadores de la crisis, movidos a veces por conflictos de interés", indicó Segura.

La información de los principios contables, para contar con una información homogénea, y la mejora de los intercambios de información entre reguladores también son fundamentales para el presidente de la CNMV.