En las reacciones de la gente se mezcla la indignación, por el cumplimiento de la amenaza que ETA lanzó el pasado jueves, y la sensación de livio tras conocer que Miguel Angel está vivo, aunque herido de extrema gravedad.

La contestación de los ciudadanos a la acción de ETA se resume en la expresión de uno de los manifestantes: "Hay que responder a ETA, pero no con sus propios métodos, porque nosotros no somos asesinos".

Las calles que rodean la Puerta del Sol están cortadas al tráfico para facilitar la concentración espontánea de todas las personas que se están acercando hasta allí, así como el avance de la manifestación de esta noce.