Dos hombres, presumiblemente delincuentes comunes que ignoraban la identidad de su víctima, golpearon por detrás el automóvil de la fiscal, momentos antes de que ésta tomara la desviación próxima al peaje de San Rafael, y la obligaron a subir a su coche cuando ambos vehículos se detuvieron para comprobar los daños.

Los delincuentes abandonaron el automóvil que conducían, que había sido robado en adrid, y dirigieron el de la fiscal hacia Madrid, saltando la mediana.

Susana Landeras fue retenida desde las 10 de la noche hasta más de la una de la madrugada, cuando después de robarle las tarjetas de crédito y algunas joyas, la arrojaron en marcha del vehículo en la localidad madrileña de Móstoles.