LOS SECUESTRADORES DE ORTEGA LARA SERAN JUZGADOS EN JUNIO Y SE ENFRENTARAN A UNA SOLICITUD DE 32 AÑOS DE PRISION

- Mantuvieron retenido durante 532 al funcionario de prisiones, y pensaban dejarlo morir de hambre

MADRID
SERVIMEDIA

Los cuatro etarras que mantuvieron secuestrado al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara serán juzgados los días 11 y 12 de juno por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, según informaron hoy a Servimedia fuentes de este organismo.

El fiscal solicitó penas de 32 años de prisión para cada uno de los cuatro integrantes de la banda terrorista, a quienes imputa delitos de detención ilegal y asesinato en grado de conspiración.

Se trata de los miembros de Jesús María Uribechevarría Bolinaga, Javier Ugarte Villar, José Luis Erostegui Bidaguren y José Miguel Gaztelu Ochandorena, quienes mantuvieron secuestrado a Ortega Lra durante 532 días.

Según el escrito del fiscal, los cuatro terroristas fueron los mismos que perpetraron el secuestro del empresario Julio Iglesias Zamora, que ocupó un "zulo" en la misma nave de Mondragón donde estuvo retenido Ortega Lara.

De hecho, en 1995, después del secuestro de Iglesias Zamora, los cuatro etarras decidieron formar el "comando Gohierri". Recibieron entonces nuevas instrucciones desde Francia -donde estaba la cúpula de ETA- ordenándoles el secuestro de un funcionario de priiones "con el objeto de presionar al Gobierno para forzar el traslado de los presos de ETA" al País Vasco.

Eligieron a José Antonio Ortega Lara, que trabajaba en la prisión de Burgos y era militante del PP, lo que "para ellos es una circunstancia que podría favorecer la presión sobre el Gobierno". Lo secuestraron, lo trasladaron a una nave de Mondragón y lo mantuvieron allí 532 días, hasta que fue liberado por la Guardia Civil.

MORIR DE HAMBRE

Durante el juicio se aclarará si, según considera e fiscal, "los procesados tenían decidido dejarlo morir de hambre cuando fueron detenidos por la Guardia Civil".

De hecho, Ortega Lara llevaba 532 días en el "zulo", que tenía unos 3,5 metros cuadrados. En el momento de su liberación, el 30 de junio, "presentaba un rostro demacrado, de sufrimiento, de una angustia producida por la humillación y por los sentimientos de peligro e injusticia", dice el fiscal.

Además, cuando el funcionario de prisiones fue rescatado, había adelgazado 23 kilos, sufría ebilidad fisica y "presentaba hipotensión con ligera anemia".

Finalmente, el fiscal pide una indemnización para el funcionario de prisiones -actualmente jubilado de forma anticipada- de 15 millones de pesetas por los días que duró el secuestro y de 50 millones más por los daños morales y secuelas causadas durante el tiempo que estuvo retenido.

(SERVIMEDIA)
04 Mayo 1998
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