La coordinadora asegura que la renta de los vitivinicultores españoles ha descendido un 50 por ciento en el último año y el precio de la uva ha caído un 65 por ciento en las dos últimas campañas.

A juicio de COAG, la situación actual del sector es de "extrema gravedad" y las explotaciones familiares se encuentran por debajo del umbral de rentabilidad, a pesar de lo cual noreciben los mismos apoyos que los vitivinicultores del resto de países de la Unión Europea.

Además, la coordinadora denuncia que la ausencia de control administrativo provoca la aparición de fraudes que perjudican fundamentalmente a las producciones familiares.