Con las cifras oficiales en la mano, dijo, España es hoy la segunda potencia turística del mundo por ingresos que genera esta industria -sólo la supera Estados Unidos- y la tercera por número de visitantes, por detrás de USA y de Francia.

Según los datos proporcionados por la secretaría de Estado, en elpasado año llegaron a España más de 64,5 millones de viajeros, un 6,4% más que en 1996, que generaron unos ingresos, sólo hasta octubre, de 3,7 billones de pesetas, lo que hace prever a los responsables de la administración turística que el cierre del ejercicio se saldará con un incremento del saldo del 10 ó 12%.

Además, Norniella dijo que el turismo es de los sectores que más empleo y más estable está creando, al amparo de la última reforma laboral, y cifró en torno a 1,2 millones de personas las quetrabajan actualmente en esta actividad económica, 860.000 directos y unos 400.000 indirectos.

El secretario de Estado apeló también a la realidad del sector para pedir que "se borre definitivamente la imagen de que España es para el turismo de alpargata", porque las estadísticas muestran que mientras el crecimiento de viajeros se ralentiza por las estadísticas más fiables que se utilizan, los ingresos aumentan.

Otro dato que corrobora esta tendencia es que también se ha estancado la media de pernctaciones, que se sitúa en 4,02 días, un 0,1% menos que el año anterior.

Durante el pasado año, los destinos preferidos de los viajeros extranjeros volvieron a ser la Costa Mediterránea y las islas. El 50% de las entradas fueron a parar a Baleares y Cataluña, y del total de pernoctaciones registradas, 4 de cada 10 se produjeron en el archipiélago del mediterráneo.

Andalucía también registró un crecimiento significativo y Canarias muestra una tendencia a la desestacionalización turística, es decir que no sólo registra llenos en sus temporadas altas, sino también en los meses que se consideraban hasta ahora más desfavorables.