El líder del sector crítico, Rogelio Barrero, señaló que este resultado supone "un avance de posiciones" e "invalida el pronóstico hecho por el secretario regional, Valentín García, de que sólo conseguiríamos el 10%".

El representante de este sector denunció la actitud y las estrategias del aparato del sindicato, al tratar de que la asamblea no trascendiese a los medios de comunicación, así como al delimitar el tiempo de todas las ponencias presentadas.

Respecto al desarrollo de la asamble, Barrero lamentó el rigor con que se aplicó el reglamento al no conceder más tiempo que el estipulado a la exposición de las ponencias. Todas ellas tenían marcado para su lectura un minuto y medio, igualando las de mayor extensión y contenido político con las que sólo proponían correcciones textuales.

El sector crítico, según Barrero, propuso agrupar todo el tiempo concedido y distribuirlo en función de la importancia de los temas a debatir, planteamiento que fue rechazado. De esta forma, dijo, "se ipidió que ponencias de gran densidad y calado pudieran ser tratadas en profundidad".

La asamblea rechazó también por mayoría manifestarse en contra de la decisión de apartar al histórico líder Marcelino Camacho, así como de repudiar el desalojo por la policía, en la sede central de Madrid, de algunos compañeros del sector crítico.