En declaraciones a Servimedia, Pertierra señaló que aunque se ha detectado una pérdida importante de viajeros que han dejado de utilizar el transporte público para ir a trabajar al haber quedado en paro, éstos se están compensando con los que han dejado de utilizar su vehículo particular para realizar viajes y se han pasado al autobús al resultarles más económico.

Asimismo, indicó que hasta el momento no se ha detectado que viajeros que suelen utilizar el tren o el avión para sus desplazamientos hayan decidido cambiar al autobús al tratarse de un medio de transporte más barato.

"Lo que ocurre es que tanto el ferrocarril como el avión, especialmente las compañías de bajo coste, ofrecen precios competitivos que hacen que quien está acostumbrado a utilizarlos no se plantee pasarse al autobús", agregó.

A este respecto, recordó que Fenebús está analizando las subvenciones concedidas al tren y su posible efecto en los servicios de alta velocidad y largo recorrido que no tienen la condición de servicio público esencial y no pueden ser subvencionados.

Para Pertierra, dichas subvenciones podrían ser consideradas como ayudas de Estado y eso es algo que no permite la Comisión Europea. De hecho, considera que el precio de algunos billetes de AVE no incluyen el coste del servicio.

Según datos ofrecidos por Fenebús, la entrada en servicio de las nuevas líneas de AVE supuso una reducción del número de pasajeros de autobús entre el 25 y el 30%.

Con respecto al futuro del sector si se prolonga la crisis económica, Pertierra se mostró confiado de que al menos hasta enero la situación no empeorará.

"En ese momento se determinará si la crisis tiene un impacto en nuestro sector y se verá si se llega a producir un trasvase de pasajeros desde otros medios de transporte", concluyó.