EL SECRETISMO DEL ENCUENTRO AZNAR-PUJOL TRAJO N JAQUE A LOS PERIODISTAS, QUE VIVIERON UNA PERIPECIA PARA AVERIGUAR LA CITA
- Aznar dio esquizano a los periodistas, que persiguieron infructuosamente su coche para dar con el lugar de la cita
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El tan esperado encuentro entre el presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, trajo hoy en jaque a los periodstas encargados de cubrir informativamente la cita, que tuvieron que vivir una auténtica peripecia para averiguar el lugar del encuentro, al que se le quiso rodear de un excesivo secretismo.
A pesar de que una vieja regla profesional establece que el periodista nunca debe ser protagonista de una noticia, los "plumillas" coincidieron en señalar que lo de hoy fue una odisea que merecía ser relatada con algo más que una columna de apoyo.
Al final de la jornada hubo de todo: plante al jefe de prensa el PP por negarse a confirmar el lugar y la hora de la entrevista, persecuciones infructuosas del supuesto coche en el que Aznar se dirigía al almuerzo y los inevitables codazos, golpes y pisotones para arrancar unas breves declaraciones al líder del PP.
Desde primeras horas de la mañana, los informadores se afanaron en conocer el lugar en el que Aznar y Pujol se iban a ver, cosa nada fácil, dado el mutismo que rodeaba la convocatoria. Como cada lunes, los periodistas acudieron a Génova, 13, para asisir al habitual "briefing" que ofrece el responsable de prensa del PP, Miguel Angel Rodríguez, para explicar los asuntos tratados por la ejecutiva.
El interés de los periodistas se centraba en saber el lugar de la cita entre Aznar y Pujol, aunque el PP mantenía un absoluto mutismo al respecto. Al final, decidieron dar plantón a Rodríguez como medida de protesta ante su falta de colaboración.
A continuación, los informadores se concentraron en torno al garaje del edificio, por donde supuestamente Anar tendría que salir para reunirse con Pujol, cuya llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas estaba prevista para las dos de la tarde.
Pero Aznar empleó un ardid para dar esquinazo a los periodistas. Minutos antes de las dos y media de la tarde, un coche oscuro, con cristales ahumados, y en el que presumiblemente viajaba el líder popular, abandonaba el garaje, acompañado de su habitual coche de escolta.
Los fotógrafos y reporteros de televisión que se arremolinaban en torno a la salida disparaban us cámaras apresuradamente y enfoncaban sus objetivos hacia el coche y algunos de ellos decidieron seguir al vehículo para averiguar dónde se iba a celebrar el almuerzo con Pujol.
La persecución discurrió a gran velocidad por la zona de Retiro y la calle O'Donnell, hasta llegar a la "M-30", desde donde el coche se dirigió al domicilio del presidente del PP. Una vez allí, el automóvil entró en el garaje de la casa y poco después volvió a salir.
MANIOBRA DE DISTRACCION
Los periodistas se dieron centa de la estratagema y avisaron por teléfono a otro grupo de colegas que montaban guardia en las inmediaciones de Génova, 13, para decirles que habían perdido la pista de Aznar y que todo había sido una maniobra de distracción.
Poco después, el jefe del prensa del PP, Miguel Angel Rodríguez, salía de la sede y comentaba ante el corrillo de periodistas, en tono irónico, si estaban seguros de que Aznar había abandonado el edificio en su coche.
Los "plumillas", ante este comentario, empezaron a sopechar, ya que ninguno de ellos había conseguido ver al político conservador porque los cristales del coche impedían vislumbrar el interior.
Para entonces, Aznar ya se encontraba en el restaurante "Jockey", donde había quedado con el presidente catalán. Algunos habían dicho que el encuentro debía estar rodeado de una cierta intimidad y debía celebrarse en un sitio neutral. Si bien en lo primero acertaron, no así en lo segundo, ya que el local elegido finalmente se encuentra a una corta distancia de lacalle Génova, y frente al Ministerio de Justicia e Interior.
Cuando todo se supo, los periodistas acudieron en masa al restaurante, que estaba custodiado por una decena de policías nacionales, que establecieron un cordón de seguridad en torno a la salida.
El almuerzo se prolongó durante unas dos horas y cuando terminó los dos protagonistas lo abandonaron casi a la carrera. Pujol no hizo declaraciones (a las 20,00 tenía convocada una rueda de prensa tras su encuentro con patronal y sindicatos), mintras que Aznar hizo unos breves comentarios sobre la reunión.
(SERVIMEDIA)
06 Feb 1995
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