Gómez, que no quiso poner fecha a este proyecto, afirmó que éste es uno de los compromisos en el que el departamento que dirige Jesús Caldera está "más ilusionado" y explicó que forma parte de toda una serie de medidas que pretenden ampliar el Estado de bienestar.

Destacó la tarea realizada en los últimos dos años por el Gobierno socialista e hizo especial hincapié, como primer hito importante, en el acuerdo alcanzado para la regularización de inmigrantes al principio de la legislatura.

Según dijo, este acuerdo que, por primera vez vinculaba la regularización y el empleo, ha dado buenos resultados, ya que no sólo se han mantenido las 500.000 altas en la Seguridad Social, que se produjeron durante el proceso de regularización, sino que las afiliaciones de inmigrantes han seguido aumentando hasta alcanzar las 600.000.

Insistió en la importancia de que la política social sea una acción común dentro de la Unión Europea y defendió este valor para superar los problemas frente a "signos desalentadores" entre los que citó el rechazo a la constitución europea en algunos países, el "repliegue hacia las políticas nacionales",o la inquietud que genera la inmigración.

Gómez defendió hoy el diálogo no sólo como medio de solucionar problemas sino "como un fin en sí mismo" que debe regir los acuerdos que se alcancen en materia social. En ese sentido abogó por gastar en derechos sociales aunque "sin despilfarrar".

El responsable de Empleo aseguró que el Gobierno socialista "no tiene demasiado miedo al déficit" pero "sí al mal uso de los recursos" por lo que abogó por invertir pero manteniendo el respeto por el equilibrio presupuestario.

En todo caso, rompió una lanza en favor de los partidos socialdemócratas europeos de los que dijo que al gobernar han demostrado que "no son más despilfarradores" que las formaciones conservadoras.