En su primera comparecencia en la Cámara Baja, Iglesias dijo que la reforma de la vigente LRU aprobada en 1983 debe ser rápida, pero no de manera "urgente", en contra de lo que sostienen colectivos como los rectores.

El "número dos" de Educación explicó que el Ejecutivo pretende presentar un borrador de ley dentro de un año para consensuarlo con la comunidad universitaria y los gobiernos autonómicos, y posteriormente debatirlo en el Parlamento.

La reforma traerá una modificació de los sistemas de selección del profesorado y la composición y designación de los tribunales, así como una mejor publicidad de la convocatoria de plazas, con el propósito de acabar con la denominada "endogamia" en la docencia de la enseñanza superior.

Según Iglesias, la tan traída y llevada endogamia de la docencia universitaria está "mal definida" porque, en realidad, es como el colesterol, que hay el bueno y el malo. Si la endogamia del profesorado, subrayó, supone crear grupos de investigación y ocencia homogéneos, es buena, pero resulta negativa si impide el paso a los mejores docentes.

Con la nueva ley universitaria, el Gobierno quiere acabar además con el actual sistema de jerarquía del profesorado, que juzga excesivamente "estratificado" y que no proporciona un "salario decente para la mayoría" de los docentes. Para Iglesias, hay demasiados profesores a tiempo parcial y pocos doctores.

La mejora de la calidad de la universidad española es el principal objetivo del equipo de la minista Pilar del Castillo. Sostiene que España no puede seguir siendo uno de los países de la UE en los que abandonen la carrera más alumnos, casi un 40 por ciento de los que comienzan estos estudios.

El Gobierno se propone impulsar un sistema contrastado de indicadores entre universidades, que permitirá a los estudiantes conocer qué centros ofrecen los mejores niveles académicos de los estudios que deseen realizar.

En el terreno de la política de tasas, el Gobierno pretende mantener la situación actul, de manera que la aportación pública a la financiación de las universidades se mantenga en torno al 75 por ciento y la privada en casi un 25 por ciento.

Respecto a las becas, Iglesias de Ussel informó de que crecerán los programas de ayudas de movilidad intercomunidades y se flexibilizarán los requisitos económicos para su obtención.

También aumentará el próximo año un 16 por ciento la dotación de los préstamos a bajo interés para los alumnos de últimos años de carrera.

Respecto al "inform Bricall" sobre la situación y necesidades de la enseñanza superior española que presentaron meses atrás los rectores, Iglesias dijo que su existencia es muy positiva por el debate que genera, aunque aseguró que coincide con algunas reflexiones y disiente de otras.

FINANCIACION

En el turno de la oposición, la portavoz del PSOE, Amparo Valcarce, y el de CiU, Ignasi Guardans, coincidieron en reprochar al responsable de Educación su falta de concreción sobre las medidas anunciadas y el calendario hipottico para su implantación.

La diputada socialista echó especialmente en falta la ausencia de un compromiso del Gobierno para aprobar un plan de financiación adicional que permita la mejora de la calidad universitaria.

En opinión de Guardans, el secretario de Estado debería haber aclarado más los planes de su departamento en cuestiones como la composición de los tribunales seleccionadores de los profesores.