Estas declaraciones se enmarcan en el clima generado por la convocatoria de huelga que la Unión de Actores (UA) hizo públic hace unos días, tras una reunión consultiva celebrada en Madrid, a la que asistieron cerca de doscientos intérpretes de cine, teatro, televisión y doblaje.

La UA considera necesario un paro general de todos los actores de España para protestar contra la política cultural socialista, por entender que está descuidando la promoción de espectáculos y producciones nacionales y progresivamente está cayendo en manos de la industria anglosajona.

La jornada de protesta, prevista para el próximo 12 de dicembre, será secundada por otras agrupaciones de directores de cine, directores de escena, productores, tramoyistas y profesionales de la danza, la música y las artes plásticas, según Fernando Marín, secretario general de la UA.

"La situación de los actores y actrices en España atraviesa un momento difícil, no muy distinto del que viven, con mayor o menor gravedad, otros países europeos, entre otras razones por la caída de la producción audiovisual destinada a los canales de televisión públicos y privaos", señaló Clotas.

BUSCAR SOLUCIONES

También expresó la voluntad del PSOE de ayudar al estudio de fórmulas adecuadas para superar esta situación, y aseguró que están dispuestos "a leer con suma atención el manifiesto que anuncia la UA y solicitar una reunión con los firmantes del mismo, para analizar el problema y sus posibles soluciones".

El portavoz socialista puntualizó su rechazo a "determinadas manifestaciones que, interesadamente, pretenden desinformar a la opinión pública, con la pretenión de centrar responsabilidades de este problema en la acción del Ministerio de Cultura y el PSOE".

Según Clotas, resulta claro que el ministerio está llevando a cabo "una política teatral y cinematográfica, así como la rehabilitación de espacios teatrales, dentro de la disponibilidad de recursos, que son limitados".

En este sentido, llamó la atención sobre el hecho de que las competencias en materia cultural no son exclusivas del Minsiterio de Cultura, sino que en su mayoría están transferidaslas comunidades autónomas y a los ayuntamientos.

"Temo que la buena fe de muchos profesionales está siendo traicionada por una instrumentalización política que pretende convertir una situación especialmente compleja y en la que intervienen múltiples factores, en acusación injustificada contra la política socialista y del ministerio", concluyó Clotas.