"En estos momentos no hay argumentos para ser alarmistas en absoluto, siempre y cuando consigamos ser competitivos en cuanto a calidad y en cuanto a precios, y eso se consigue a base de mantener los ratios de productividad que actualmente se tienen", dijo.

El vicepresidente del Gobierno añadió que mantienen contactos periódicos con la dirección d Volkswagen y que nada hace temer sobre el futuro de Landaben. Respecto a la posible segregación de la planta de Seat y su venta a la empresa alemana, Miguel Sanz señaló que es un tema que los responsables del grupo "no lo tienen todavía claro".

El Gobierno navarro no es partidario de la segregación, ya que considera que supondría importantes perjuicios económicos para las arcas forales, y apuesta por la continuidad de la factoría dentro de la marca automovilística española. Los sindicatos mayoritario en el comité de empresa, UGT y CCOO, difieren de la posición del Ejecutivo, ya que creen que la no segregación podría afectar a la actual plantilla de Landaben.