"Cada vez más comercializamos modelos con mayor valor añadido, es decir, con motorizaciones más potentes y mayor nivel de equipamientos, algo que responde a la creciente demanda de muchos de nuestros clientes", explicó Schleef, lo que se ha traducido en un aumento de los ingresos.

En concreto, los ingresos de Seat por ventas crecieron en 2004 un 6,1%, hasta situarse en un total de 5.862 millones de euros.

Schleef destacó que la compañía ha continuado con su política inversora, como lo demuestran los 767 millones de euros destinados, en toda su fase de desarrollo, a los dos modelos lanzados en 2004 para la marca (Altea y nuevo Toledo).

En 2004, SEAT fabricó más de 458.460 vehículos, un volumen similar al del año anterior que incluye tanto los modelos de la marca producidos en la planta de Martorell, como los fabricados en otras factorías del Grupo Volkswagen. Entre estos últimos destaca la parte del Ibiza que se produce en Bratislava (Eslovaquia), que a partir de junio volverá a la factoría española.

Las ventas de modelos SEAT a cliente final se situaron en 2004 en 442.088 unidades, casi un 4% inferiores a las de 2003. Schleef explicó que este descenso estuvo motivado por el entorno económico internacional y por la fuerte competencia existente en el sector, así como por el cese de algunos modelos y la progresiva acogida de otros nuevos por parte del mercado.

No obstante, el presidente de SEAT insistió en que el objetivo de la compañía no es tanto obtener grandes volúmenes de producción y ventas, como "mejorar en rentabilidad, conseguir la mayor satisfacción de los clientes y ganar día a día presencia en el mercado con modelos atractivos y de mayor valor añadido".

En cuanto a las perspectivas de la compañía para 2005, Schleef fue prudente y dijo que el año "no se presenta fácil", debido a que no se prevé una reactivación del mercado y a la fuerte competencia existente en el sector.