El director de la Respuesta Humanitaria de Save the Children, Ned Olney, denunció que el ataque israelí ha causado la muerte de, al menos, 21 menores y pidió una solución "por la seguridad de los niños".

Save the Children, que trabaja en la zona desde 1953, informó hoy de que desarrolla una de las mayores operaciones humanitarias en la región.

La ONG ha preparado cientos de paquetes de comida para distribuir entre los niños y las familias que sufren la crisis en Gaza, pero se ha visto obligada a retrasar la distribución hasta que los bombardeos paren y el reparto de la ayuda sea seguro.

Save the Children afirmó que, antes de los ataques aéreos en Gaza, "decenas de miles de niños se estaban enfrentando a una crisis humanitaria, con escaso acceso a comida, agua, saneamiento, electricidad y atención sanitaria".

Denunció que, actualmente, decenas de miles de niños en la ciudad de Gaza están recibiendo agua una vez a la semana durante unas pocas horas, la falta de medicamentos esenciales para los menores, más de la mitad de los niños en la franja necesitan asistencia alimentaria y el aumento de la malnutrición entre los menores por la escasez de pan, frutas, verduras y lácteos.