La nueva factoría, cuya actividad se inició hace dos meses, se asienta sobre un parcela de más de 30.000 metros cuadrados, de los que aproximadamente una cuarta parte corresponden a lo que es la nave de producción y al edificio de administración y oficinas.

Hasta el momento se han invertido más de mil millones de pesetas en la planta, que cuenta con una plantilla de treinta trabajadores, aunque los responsables de la misma estiman que podrán multiplicarla por diez dentro de cuatro añs, cuando alcance una producción de 35.000 aparatos de aire acondicionado.

El presidente de la multinacional inglesa ha reconocido que han superado la tradicional reticencia británica a invertir fuera del Reino Unido. Pierre Frankel ha anunciado que su objetivo para los próximos cinco años es hacerse con un diez por ciento del mercado europeo del aire acondicionado en viviendas, industria y comercio.

Por su parte, el viceconsejero de Industria del Gobierno vasco, Carlos Bilbao, ha elogiado la coodinación interinstitucional que ha permitido inaugurar la fábrica en un tiempo récord.