Así lo subrayó durante un encuentro informativo en Madrid, donde se presentó el evento #ashtag_Madrid, el I Encuentro de Evangelizadores Digitales, organizado por la Delegación de Jóvenes en colaboración con Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Madrid, y que se vivirá este viernes en el espacio O_Lumen a partir de las 17 horas.

Ruiz subrayó que este tipo de iniciativas son una nueva forma de “la acción de la Iglesia hecha con las maneras propias de la nueva cultura, que implica abrir ojos y mente para ser misionero”, dijo en referencia a la cultura digital. “Open your eyes, open your mind” (“abre tus ojos, abre tu mente”), concretó, apelando a aplicar la expresión de su compatriota el papa Francisco, a “samaritanear la cultura”, lo que implica “ir al encuentro del dolor” de las personas.

En este punto, Ruiz subrayó la importancia de la “presencialidad” de la misión de la Iglesia, pues “estamos en una realidad compleja, combinada, que tiene una parte presencial y una parte digital”.

“Vamos a buscarlos donde están, para llevarlos a una plenitud, no para hacer proselitismo y para mostrarles un Jesús y una Iglesia que son reales y que lo invaden todo”, prosiguió, apelando a la necesidad de que la evangelización digital tenga un sentido “comunitario” frente a la soledad que se vive hoy en la sociedad.

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“Evangelizar no es producir contenidos, evangelizar es presentar la misericordia de Dios y hacer que las personas entren en el diálogo con el Padre, reconciliados”, aseveró, por lo que la Santa Sede trabaja desde hace dos años en un proyecto misionero digital en el que, por ejemplo, se asesora de un internauta que apenas cuenta con 13 seguidores, pero que “no puede tener uno más”, pues se trata de 13 personas a las que ha ayudado a no suicidarse, explicó el secretario del dicasterio.

A continuación añadió que en el proceso abierto se han recabado 180.000 cuestionarios, de los que el 30% los contestaron personas de entre 18 y 40 años que no son católicos e integrados en “cualquier tipo de las periferias existenciales”. Se trata de “gente alejada que sigue a los influencers y evangelizadores digitales porque quieren curiosear, porque tienen algo en el corazón que les mueve”.

“La buena noticia no es un manual de teología sino la misericordia del Padre. Cuando vamos al evangelio hay cosas que se responden solas. Lo que tenemos que hacer es anunciarlo”, reflexionó. “Por eso samaritanear es evangelizar, no si tengo un millón de followers”, zanjó.

La delegada de Juventud del Arzobispado de Madrid, Laura Moreno, añadió que el encuentro de este viernes surge por el propio interés del cardenal José Cobo de acercarse al “continente digital”, donde están muchos jóvenes, y en el marco formativo que la iglesia madrileña lleva un tiempo desarrollando a través de ‘laboratorios’. El objetivo, aseguró, es que los jóvenes “sean evangelizadores y atraigan a otros jóvenes”. “Estamos ante una nueva pastoral que hay que acompañar”, concluyó.