Sanjuán, que atribuye las guerras internas en el partido a la "moda" de la renovación, considera que la situación en el SOE andaluz "está complicada" y que Ciscar ha tomado una decisión "tremendamente grave" que no puede ser adoptada por el secretario de Organización. "No recuerdo ningún caso en el que se haya anulado un congreso en el partido", agregó.

En su opinión, "los problemas del PSOE de Andalucía no tienen ninguna solución por la vía de la imposición o por la vía de la fuerza. Sólo tienen solución por la vía del diálogo".

"Tenemos que abrir el camino del diálogo, tenemos que abrir el camino del entendimieno, y la realidad es que nosotros, y yo personalmente, llevo pidiendo desde hace ya bastante tiempo ese camino del entendimiento y del diálogo, que pasa por el reconocimiento de las mayorías y pasa por el reconocimiento también de las minorías, que en Andalucía resulta que se entremezclan", agregó Sanjuán en declaraciones a la Cadena Ser.

Carlos Sanjuán recordó que los 'guerristas' son mayoritarios en Almería, Granada, Málaga y Huelva, mientras están en minoría en Cádiz y "a lo mejor" en Jaén y Córdoba y "vamos a ver lo que pasa en Sevilla".

Por lo que se refiere al cambio de cerradura en la sede del PSOE onubense tras el Congreso del pasado fin de semana, dijo que no tiene conocimiento de ello. "Seguramente la tendrían estropeada", dijo en tono irónico.

El líder 'guerrista' reconoció que "hay un enfrentamiento muy importante" en el seno del PSOE, "porque no se quiere reconocer esa realidad orgánica, plural, que hay en Andalucía", lo que a su juicio ha llevado a algunos miembros del partido "atomar actitudes tan fuera de lo que era nuestra costumbre, nuestro modo de actuar, como es el abandonar los congresos, o como es no ir a los congresos".

"No había vivido jamás en el partido también las impugnaciones continuas a cualquier acto que se realice cuando no se gana una asamblea (...) La impugnación era la excepción en el PSOE de Andalucía", comentó.

Sanjuán lamentó que las guerras internas se trasladen a la sociedad y atribuyó todos estos conflictos a la "moda" de la renovación, que "quría cambiarlo todo y yo veo que al final lo único que ha quitado ha sido las buenas costumbres, las buenas maneras en el PSOE (...) Tenemos que recobrar muchos de los que eran nuestros valores y nuestra esencia como partido".