Así lo anunció hoy en La Coruña el ministro de Sanidad y Consumo, José Manuel Romay Beccaría, durante la clausura de unas Jornadas sobre Anorexia organizadas por el PP de esa ciudad.

Romay Beccaría dijo que la anorexia es un problema de difícil solución, "ya que su abordaje implica la participación de todos los sectores afectados, el sanitario, el social, el familiar y los medis de comunicación social, en especial la publicidad, y para ello la única prevención afectiva es la educación para la salud".

Según dijo, el culto por la imagen esconde problemas de madurez y temores ante las exigencias reales que el entorno social y familiar plantean a la adolescencia y cala con mayor profundidad en los sectores de la juventud carentes de auténticos ideales y con altos niveles de inseguridad.

El ministro resaltó que en definitiva nos encontramos ante una enfermedad producto de l sociedad de la opulencia y cuya base en muchos casos revela un fallo en la comunicación familiar y en la falta de ideales de los jóvenes, pero de cualquier forma se trata de un problema en el que debe involucrarse toda la sociedad.