Según Sanidad, la compra de medicinas por Internet genera incertidumbre sobre el cumplimiento de las garantías de seguridad, eficacia y calidad, así coo por las condiciones de mantenimiento durante el transporte.

En España, la Ley del Medicamento establece que la dispensación de fármacos para uso humano corresponde a las oficinas de farmacia, a los servicios farmacéuticos de los hospitales, centros de salud y estructuras de atención primaria.

Asimismo, limita la publicidad de los medicamentos a los que, entre otros requisitos, no se destinen a la prevención o curación de patologías que requieran diagnóstico o precripción facultativa.

El miisterio sostiene que no se puede considerar Internet como un vehículo para promocionar la venta de especialidades farmacéuticas, por lo que ha dispuesto los medios necesarios para impedir que se produzca este tipo de transacciones comerciales incontroladas.

Además, ha pedido a la Comisión Europea que aborde el problema de la compra de especialidades farmacéuticas por esta vía, ya que es necesaria la cooperación internacional.