SANFERMINES. LA NOBLEZA DE LOS "MIURAS" EVITO COGIDAS EN UN ENCIERRO MUY PELIGROSO

PAMPLONA
SERVIMEDIA

La característica nobleza de los toros de la ganadería de Eduardo Miura impidió que el encierro de hoy terminara en drama por la masiva afluencia de mozos, a mayoría de ellos de fuera de Pamplona, que abarrotaban todo el recorrido y que protagonizaron momentos de enorme peligro. Tampoco faltó el montón a la entrada de la plaza.

La carrera, que duró casi cuatro minutos, fue especialmente espectacular por el tamaño (los seis toros superaban los 600 kilos) y la buena presentación de los "miuras", que se abrieron paso durante los 840 metros del recorrido del encierro entre una marea de corredores, sin embestir a ningún mozo, a pesar de que sus astas pasaron ozando a muchos de ellos.

En total, ocho personas tuvieron que ser trasladadas a los servicios de urgencias de los centros hospitalarios. En el Hospital de Navarra fueron atendidos los pamploneses Jesús Ansorena, de 21 años, y Jesús Frauca, de 44, el segoviano Ricardo del Cura, de 21 años, el barcelonés Miguel Angel Prieto, de 23, y el norteamericano Bud Friz. Todos ellos sufrieron contusiones y lesiones múltiples por caídas y pisotones.

En el Hospital Virgen del Camino fueron atendidos Luis Just Fernández, Francisco Moral y Carlos Ignacio Etxeberría Saura. Asimismo, en los puestos de socorro de la Cruz Roja instalados a lo largo del recorrido del encierro fueron atendidas un total de 80 personas, muchas de ellas con contusiones y heridas producidas en el "montón" que se formó a la entrada de la plaza de toros.

Las caídas delante de los morlacos fueron la tónica general en el multitudinario encierro, sin que afortunadamente los "miuras", como es habitual en los astados de la ganadería sevillaa, derrotaran hacia los mozos.

Unicamente en los primeros metros de la cuesta de Santo Domingo el toro que cerraba la manada lanzó varios derrotes a su derecha, asustando a las personas que se colocan contra la pared para ver el encierro de cerca. El astado que iba en último lugar se unió muy pronto a sus hermanos y la manada cubrió de forma compacta todo el recorrido.

Los seis "miuras", bien arropados por los cabestros, tomaron la curva de Mercaderes sin caer al suelo y recorrieron la calle Estaeta algo estirados, esquivando a los numerosos corredores que caían ante ellos.

En el callejón de entrada a la plaza se vivieron momentos de gran tensión al formarse un montón de medio centenar de corredores que cayeron antes de que llegaran los toros. Posteriormente volvió a formarse otro montón, en el que quedaron atrapados decenas de corredores.

En la plaza de toros, los seis "miuras" y algunos cabestros dieron dos vueltas al ruedo, que se encontraba repleto de mozos, pero en ningún momento sesepararon para tratar de ir hacia los burladeros.

(SERVIMEDIA)
10 Jul 1993
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